Friday, September 11, 2009

A 2 semanas del concierto de Juanes

Contrariamente a los que expresan una repentina empatía por los cubanos, no se trata de negarle al pueblo la oportunidad de disfrutar un concierto específico. En nuestro pasado "revolucionario", siempre han habido brechas por las que se han filtrado luminarias de la música, brindadonos su arte a pesar del "bloqueo". Tales fueron los casos de Oscar de León, Alberto Cortez, Joan Manuel Serrat, Mocedades, Los Mustang y otros.

La pregunta obligada sería: ¿es este un concierto por la paz? Juanes se autoimpuso una camisa de fuerza al tildar su concierto Paz sin Fronteras, demostrando así su arrogante ignorancia de lo que sucede en Cuba, un país donde la única guerra que acontece cada minuto es la de la dictadura en contra de todo el pueblo.

¿Irá entonces Juanes a clamar por la libertad de los cientos de prisioneros de conciencia? ¿Pedirá por el excarcelamiento inmediato de los doctores Oscar Biscet o Darsi Ferrer? ¿Le cantará a la libertad de Pánfilo, el aguerrido borracho de youtube que acaba de ser sancionado bajo la figura Orwelliana de "peligrosidad predelictiva" por simplemente decir que hay hambre en la isla?

Todo aquel que conoce Cuba sabe que el gobierno es el único logísticamente dotado y legalmente autorizado a organizar este tipo de concierto multitudinario. Solo "las autoridades competentes" (entendiéndose como tal al ministerio de cultura, la PNR, el ICAP, etc.) pueden darse el lujo de aglutinar a cientos de miles en la llamada Plaza de la Revolución. Por consiguiente, es impensable que Juanes reuna el coraje de clamar por la libertad de los cubanos, que es de hecho toda la paz que necesita nuestro pueblo.

Aun cuando jamás haya tropezado con una sola de sus famosas canciones, y si el concierto fuera solo eso, un concierto, entonces lo apoyaría. Pero el que compre pescado, que no le tema luego a los ojos cuando entre a la pescadería.

Nadie más que el propio cantante se encargó de politizar el evento.